Que nuestra cocina sea siempre limpia y en orden es sin duda un tema que nos interesa a todos: es el lugar donde apoyamos y manipulamos comida, por lo tanto, es necesario que estas superficies se encuentren siempre en condiciones de limpieza e higiene óptimas.
Para alcanzar este objetivo tenemos tres poderosos aliados que son el friegaplatos, el quitagrasas y el limpiador de vitrocerámica. Muchas veces, hablando con los clientes en la tienda, observamos que en su casa cado uno utiliza estos productos un poco como le parece: no es infrecuente que alguien limpie la vitro con el detergente para platos, o algún plato especialmente incrustado con el quitagrasas…esto no es incorrecto, por supuesto, es parte de nuestra rutina diaria y está claro que cada uno en casa puede, y debe, utilizar lo que mejor le funcione. Lo que los tres productos tienen en común es que son capaces de arrastrar y eliminar suciedad…, pero vamos a ver más de cerca las características individuales de estos buenos amigos nuestros 😉
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- El friegaplatos, como es sabido, es un lavavajillas manual. Su función es eliminar la grasa y además, gracias a sus especiales componentes que facilitan el escurrido, permite un acabado final con brillo.
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- El quitagrasas, tal como su nombre indica, es un producto que sirve para eliminar la grasa; permite realizar una limpieza más profunda para eliminar la grasa incrustada o suciedad de cualquier superficie. Una cosa importante a tener en cuenta, es que se puede utilizar sobre superficies de aluminio.
- El limpiador de vitrocerámicas hace la misma función que el quitagrasas, pero, debido a su formulación específica, está especialmente enfocado a la limpieza de placas de vitrocerámica. Pero eso sí, hay que tener en cuenta que no se puede utilizar sobre objetos ni superficies de aluminio.